viernes, 4 de noviembre de 2011

Inocentes desapariciones…., o no

Muy contagioso e incómodo: La desaparición de objetos de los alumnos…o del profesor: lápices, gomas, etc.

Unas veces puede tratarse de simples confusiones, inadvertencias, olvidos; otras, podríamos estar frente a comportamientos prematura y peligrosamente inadecuados. Las carencias afectivas en el seno familiar podrían tener algo que ver en este segundo supuesto.

Sea por lo que fuere hay que procurar evitar, desde el primer día de clase, que se escuchen expresiones del tipo: “…me han quitado, me han robado, yo tenía en mi mochila…y ahora no está…”

¿Podrás evitarlo en alguna medida?

Se nos ocurre, habrá otros muchos procedimientos, que tú, maestro novel de primero de primaria de un colegio público, seas el que (el primer día de clase) ofrezcas a tus alumnos que lo puedan necesitar algún material escolar que esté habitualmente sobre tu mesa o en un cajón.

Les dirás que mientras se lo traen de su casa, que es lo que deben hacer, pueden pedirte algo de lo que haya disponible en tu mesa. Eso sí, con la obligación de devolverlo el mismo día cuando ya no lo necesiten.

También les indicarás que lo mismo pueden intentar hacer con los compañeros, sin forzar: Ofrecer algo que puedan prestar así como solicitar lo que pudieran necesitar.

Pero para que el truco funcione hace falta algo más. Verás.

Tu forma de dirigirte a ellos, en esta circunstancia como en otras, debe ser convincente, empática, sugestiva…o como quieras llamarla:

Tono de voz natural o un pelín más grave, muy relajado sin aburrirlos o dormirlos, con una expresión que haga que estén pendientes de ti, tu voz y expresión deberían manifestar seguridad en el mensaje a transmitir junto con dosis de cercanía y acomodo a las características evolutivas de tus alumnos de seis años, etc.

Sí procurarás que te acompañe cierto candor, curiosidad, inocencia, sorpresa, honradez, ejemplaridad, solidaridad, y muchas cosas más. Y todo, muy relajado y en tono menor.

No te estamos aconsejando que te infantilices. Tú eres la persona mayor y el maestro. Y hay que mantenerlo.

Cuando algún alumno te devuelva lo que necesitó de tu mesa, recabarás la atención de todos y, con naturalidad y nada de afectación, elogiarás la devolución al mismo tiempo que enseñas el objeto devuelto. Incluso podrías hacer a la clase una pregunta: “¿Bien o mal?” La contestación colectiva reforzará el valor que se quiere transmitir y ayudará a que dicha actitud permanezca en tus alumnos.

Esto hay que hacerlo con todos los que devuelvan algo prestado, incluso entre ellos.

También sería definitivo  que tú “provocases”  que necesitas algo (sacapuntas, etc) y que si alguno te lo pudiera prestar se lo devolverás después de usarlo. Como todos los que lo tengan irán corriendo a tu mesa con un sacapuntas en la mano (esperemos que no se atropellen ni caigan), elige el primero que llegue y le das las gracias, extensivas a todos por su ofrecimiento y generosidad.

Cuando devuelvas el dichoso sacapuntas, que habrás usado a la vista de todos, lo dirás a toda la clase y se lo volverás a agradecer al alumno que te lo prestó. Todo con  naturalidad y…ya sabes.

En otro momento de este primer día de clase puedes provocar, sin que se note, esta actuación:

Dices a tus alumnos que te has encontrado por tu mesa, en el suelo, etc. algún objeto que no es tuyo (aunque sí lo es), y lo enseñas. Y que si es de alguno vaya a recogerlo; pero que si no es de nadie lo dejarás en tu mesa a disposición de todos para cuando alguno lo pudiera necesitar.

Este tipo de procedimientos, y otros muchos que se te ocurrirán, suelen dar muy buenos resultados para evitar “inocentes desapariciones…,o no”. Y, sobre todo, ayudarán a tus pequeños alumnos en su crecimiento personal y social.

Si, desgraciadamente, se sorprendiera a algún alumno en algo parecido a un hurto: Nada de culpabilizar. Tacto, discreción, colaboración familiar, afecto…y pedagogía.

Hasta la próxima, si ha lugar.

Saludos.

2 comentarios:

  1. Me parece una forma muy buena de educarlos en este sentido, estimulándolos y enseñandoles a compartir y a devolver! Siempre se dan estas situaciones en clase y así pueden evitarse. Los niños toman conciencia y maduran más rápido. Muchas gracias por compartirlo.

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  2. Meri:

    Gracias por tu valoración y visita al blog. En breve se añadirán más entradas con nuevas sugerencias. Saludos

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