martes, 22 de noviembre de 2011

Vivencias compartidas

No hay más remedio que seguir con el primer día de clase.

Un niño acompañado por su madre arroja a la acera un envase de zumo o envoltorio de chuches sin que su progenitora lo impida, rectifique o recrimine; otro, acompañado por su padre, que ni se inmuta, arranca plantas y flores de jardineras públicas o parques; un alumno de otra clase entra en la nuestra, sin pedir permiso e interrumpiendo, para cualquier recado; alumnos que jalean en el patio peleas entre otros niños; marrullerías y agresiones que se ven, sobre todo, en el fútbol…¿Seguimos?

Hay que aprovechar cualquier sucedido criticable y contrario a la integridad, igualdad y respeto a las personas, a la compasión y solidaridad, a la generosidad y ayuda a los demás, al cuidado y respeto a su casa y colegio. Y, en general, a todo lo que nos rodea incluido el trato debido a los animales.

Muestras de lo anterior no te van a faltar a diario por la calle, en el propio colegio, a través de los medios de comunicación, hablando con la gente, en tu propia familia quizás, etc.

Por otra parte también vas a aprovechar justo lo contrario de lo dicho: Sucedidos positivos, ejemplares y encomiables.

¿Y qué vamos a hacer con todo lo indicado? Ya lo habrás adivinado.

En cualquier momento que te parezca oportuno (en mitad de la hora de lectura para que no se les haga muy larga…) interrumpirás la actividad lectiva y compartirás con tus alumnos, algo brevemente, lo que corresponda.

Siempre sacarás, con la intervención de todos los que quieran opinar, una enseñanza positiva en unos casos y reprobable en otros.

Invitarás a tus alumnos a que expresen, voluntaria y brevemente, sus propias vivencias positivas y negativas. Y sacaréis consecuencias.

Si procediera formular la pregunta de “¿Bien o mal?”, u otra que se te ocurra, para inculcar y fortalecer las actitudes y valores que correspondan, pues la formulas para que toda la clase, al contestar al unísono, se cohesione aún más.

Habrá que advertir a los alumnos que no es muy procedente, al relatar alguna vivencia negativa, identificar a la persona en cuestión que podría ser conocida por los demás. No se trata de acusar con el dedo a alguien concreto.

Ya sabemos que habrá casos y situaciones que deberá conocer el colegio y la familia.

Todos los días, maestro novel de primero de primaria de un colegio público, podrías hacer algo de lo que aquí se indica. Ya irás comprobando y disfrutando de los resultados.

Eso sí, como olvides lo que te hemos sugerido muchas veces acerca de la forma de hablar y comportarte ante tus alumnos es posible que los resultados pudieran no ser los esperados. Pena, penita, pena.

Saludos

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