lunes, 16 de enero de 2012

Profe: ¡No tengo “sardo” en “er” “móvi”!

En segundo curso de primaria, siete años, el proceso lecto-escritor debe consolidar lo aprendido anteriormente y tener preferencia sobre otros contenidos. Que, además, van a depender de dicho proceso.

Lectura: Antes de nada, favorecer a diario el entusiasmo y curiosidad por lo que pueden descubrir mediante la lectura tanto en el colegio como en su casa. Tu ejemplo convincente al respecto, aunque pudieras exagerar algo, es esencial. Recuerda lo dicho sobre la forma de comunicación con tus alumnos.

Mínimo, una hora diaria; cada alumno, con su libro. Nos gusta, especialmente, la lectura colectiva, con tu participación, maestro novel de primero de primaria de un colegio público. Se utilizarán los libros de lectura que aportarán desde el inicio de curso.

Como es muy posible (es seguro) que dé tiempo a darle dos o más repasos a todo el libro, y para evitar que se aburran leyendo siempre lo mismo, es conveniente acudir a la biblioteca del colegio para retirar un lote de libros de lectura de distinta editorial y que podrían permanecer en el aula mientras son utilizados. Se ha dado el penoso caso de que la biblioteca escolar carecía de un lote suficiente de libros de lectura alternativo para ese nivel. ¿!

La lectura colectiva no excluye el necesario control de la lectura individual diaria. Siguiendo el orden de tus alumnos en las fichas de seguimiento individual que utilizarás a diario, hemos dicho a diario, y donde plasmarás tus valoraciones de las distintas áreas, indicarás a cada alumno, interrumpiendo la lectura colectiva, que lea en voz alta. Eso sí, no lo hagas nunca como método fiscalizador y punitivo para comprobar que todos tus alumnos están atentos a la lectura colectiva y no distraídos en otros menesteres.

Si recuerdas todo lo expuesto para conseguir con tus alumnos ese clima especial de comunicación, complicidad y afecto, dentro y fuera del aula, y lo pones en práctica, no tendrás que acudir a sistemas represivos con tan menores, o mayores, criaturas. Si no logras esa relación genuina con ellos toda tu labor docente, e incluso parte de tu vida, se te hará poco cómoda y nada gratificante. Y para más inri… ¡es tan fácil, saludable y eficaz conseguirlo!

Esto que estamos diciendo sobre la lectura se debe iniciar desde primero de primaria, sobre todo una vez dominado el mecanismo lector de todo el abecedario.

Durante las lecturas individuales diarias corregirás los fallos de pronunciación, pausas, entonación, etc. Y anotarás lo relevante en las fichas de seguimiento de cada uno.

Por supuesto, siempre facilitarás el significado, o significados, de palabras de la lectura, o de su hablar habitual, que desconozcan o utilicen de manera incorrecta. Así ampliarán su vocabulario a la vez que les servirán para utilizarlas en diversos ejercicios orales y escritos. Es muy estimulante y entretenido, ya lo verás.

Si notas que el tiempo para la lectura, o cualquier otra actividad escolar, se les hace algo largo puedes interrumpirlo, interviniendo tú o algunos alumnos, con algún sencillo y breve juego o canción que los ponga de pie o mueva por el aula, adivinanza, chiste, interpretación musical o juego malabar, breve exposición y comentario ad hoc de alguna vivencia personal (oyes por la calle o en el patio de recreo algo así como “no tengo “sardo” en “er” “móvi”, presencias actitudes incívicas, insolidarias…), etc. Si están un ratito corto de pie por aquello de reactivar la circulación de la sangre, mejor. Luego proseguirá el tiempo de lectura necesario.

En el ejemplo del anterior renglón no se trataría, en absoluto, de menospreciar el legítimo y digno de respeto habla de una determinada región o comarca. Lo que sí se pretendería es señalar el peligro de trasladar al lenguaje escrito dichas “incorrecciones” orales. Quede claro.

Seguiremos, si ha lugar, en próxima ocasión con ocurrencias sobre otros aspectos de la expresión oral, comprensión lectora, etc. Y más.

Saludos.

1 comentario:

  1. Hola Sr.Profesor, el tema de la lectura es siempre difícil pues los alumnos tienden a distraerse mucho, me han gustado las sugerencias que hace. Como ya comenté una vez, me siguen encantando los consejos que da para crear un ambiente de armonía maestro-niños, lograr una complicidad con ellos, y, lo que es más difil, el respeto infundido en ambas direcciones. Muchas gracias por compartir la experiencia.

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