Sobre la anterior
colaboración y, en concreto, sobre los problemas matemáticos: Facilítales
varios caminos para llegar al resultado. Les abre la mente, los hace creativos,
relacionan mejor diversos conceptos…y les hace sentirse más seguros en sus
capacidades.
Ha habido alumnos
que nos han sorprendido, con seis o siete años, al llegar a la solución de
sencillos problemas a través de sorprendentes y eficaces procedimientos
matemáticos. Y no olvides lo dicho: Manipulación de objetos y ligera
representación teatral emocionada para plantear las cuestiones o problemas. Sin
prisas.
Y hablando de
creatividad: Deja cierto margen de libertad creativa para que tus alumnos,
dentro de un orden y sin olvidar la debida buena presencia de las actividades
realizadas en las libretas, puedan plasmar en dichas actividades de vez en
cuando su impronta a través de dibujos, recortes, pegatinas, colores,
distribución de los espacios, tipos de letras, utilización de otros materiales,
etc. Les entusiasma, divierte e impulsa en el aprendizaje.
Primera y muy
deseada reunión colectiva con los padres de tus alumnos:
Ya dijimos en su
momento que los padres, antes de la primera reunión, ya te conocerán sobradamente por los testimonios que tus
alumnos habrán manifestado ante sus familias; y por los contactos que puedas
haber tenido con los progenitores.
A esta reunión
colectiva no deben acudir los alumnos, solo los padres.
Concederás unos
cinco minutos de cortesía para los padres que pudieran retrasarse.
Al comenzar les
agradeces su presencia. Tu tono de voz, forma de mirar y dirigirte a ellos, la
seguridad e ilusión (no exenta de realismo) que desprenderás al hablar de la educación
de sus hijos, la necesidad de contar con su colaboración en todo el proceso
educativo, etc. te van a garantizar un apoyo imprescindible y duradero.
Por cierto, que si
tu forma de dirigirte a los padres se parece algo a lo que indicamos en relación
con la comunicación con tus alumnos, mejor. Sin que resulte artificial o poco
sincera. Naturalidad.
Los padres podrían
sentarse en las sillas, o alrededores, de donde se sientan sus hijos. Les hace
ilusión y visualizan de alguna manera a sus hijos allí situados. Tú podrás
estar sentado en tu silla inicialmente aunque lo normal es que te levantes para
utilizar la pizarra, te apoyes discretamente en tu mesa…Naturalidad y cercanía.
A los progenitores
que vayan acudiendo les preguntarás el nombre de su hijo y anotarás en la ficha
de seguimiento del alumno el día de la reunión y si acudieron el padre y la
madre, o solo uno de ellos.
Los padres podrán
preguntar lo que deseen durante la reunión. Advertirás que deberán ser
preguntas de interés colectivo ya que las de carácter particular se formularán
en las horas de tutoría. O al acabar la reunión.
Explicitarás el
contenido de las fichas de seguimiento donde irás reflejando a diario
calificaciones y observaciones que merecen tus alumnos: Explicarás a los padres
todo lo que hemos expuesto sobre los objetivos y forma de desarrollar la
lectura, expresión oral, vocabulario, poesía, comprensión oral y escrita,
dictado, redacciones, cálculo, nociones, problemas, etc. etc. No olvides los
aspectos artísticos y deportivos.
Indicarás la
necesidad de que duerman las horas necesarias, de que acudan desayunados y, en
lo posible, con sus necesidades fisiológicas hechas, de la puntualidad al
acudir al colegio, de llegar aseados, de que los bocadillos y bebidas, o
frutas, que consuman durante la mañana sean sanos y nutritivos, de que aporten
a diario los útiles y materiales
escolares precisos, etc. También
explicarás la forma y frecuencia, ya expuestas con anterioridad en otras colaboraciones, de
acudir a los servicios, de “castigar” a los infractores de las normas escolares
y morales, etc.
No se te olvide
indicarles a los padres que sus hijos (seis años) no van a tu clase a sacar
buenas notas: Puede que la sorpresa inicial sea mayúscula e inesperada. Te
toca, con el lenguaje y argumentos que ya conoces, convencerles de la
conveniencia de asumir tus postulados ya que han dado, y seguirán dando,
resultados más que eficaces y, por supuesto, por encima de los niveles
exigidos. Y evitando angustias limitantes e inútiles.
Les advertirás que,
dentro del proceso escolar, tienes la intención de iniciar, poco a poco, una
educación afectivo-sexual algo adelantada a lo que exija su desarrollo
psico-afectivo para garantizarles, con naturalidad, un conocimiento y asunción
de su sexualidad que conllevará el
respeto a su propio cuerpo y al de los demás. En los colegios hay textos con
ilustraciones, incluso algo antiguos, que abordan el tema con una naturalidad y
simpatía sorprendentes. Sin mojigaterías ni influencias de creencias varias.
Si algún progenitor
tuviera algún reparo en esta cuestión deberás tenerlo en cuenta. A nosotros
nunca nos ocurrió algo así. Sería raro.
Además, les
indicarás los resultados conseguidos en esta educación afectivo-sexual durante
muchos años de docencia por muchos maestros: Alumnos con una madurez,
conocimiento, naturalidad, simpatía y responsabilidad evidentes.
Que no se te olvide
indicarles que intercalas, en las tareas escolares, canciones o
interpretaciones musicales, juegos, adivinanzas, lectura del periódico…con
objeto de aliviar el posible cansancio, pasarlo bien y favorecer el
aprendizaje.
Les dirás que para
ti y tus alumnos es fundamental la comunicación personal. Y que igual que tú
les expones experiencias personales de las que extraer consecuencias, ellos
también lo hacen. Y que el ambiente en la clase es relajado, respetuoso,
alegre, estimulante, proclive al aprendizaje y, por si fuera poco, con un mutuo
y sincero afecto. Y que si el niño les traslada algo parecido a una queja o
dificultad del tipo que sea, además de escucharles con atención deben, los
padres, acudir a ti para conocer tu versión y opinión. Sin caer en una
sobreprotección excesiva, desequilibrada y nefasta.
Solicita de los
padres de tus alumnos, porque es absolutamente necesario y útil, su presencia, acompañados del alumno,
cada mes y medio, aproximadamente, para la visita de tutoría. Les indicarás que
tienes la costumbre de anotar en las fichas de seguimiento de cada alumno las
fechas en que se realizarán dichas tutorías. Y que, para una matrícula de poco
más de veinte alumnos, es muy fácil alcanzar unas noventa visitas de padres
durante el curso.
Y, lo último,
maestro novel de primero de primaria de un colegio público, que tú y tus
alumnos estáis acostumbrados a dejar las tareas escolares cuando suena la
sirena para salir ya que ni estáis deseosos de abandonar el aula ni os sentís
agotados. Así pues que los padres se acostumbren a que sus hijos vayan siendo
los últimos en llegar a la puerta del colegio. Dicho con naturalidad, cercanía
y afecto.
Enriquece lo
expuesto con todo lo que se te ocurra para hacer más fructífera este tipo de
reuniones colectivas. Te juegas mucho.
Hasta la próxima,
si ha lugar.
Saludos.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario