viernes, 18 de mayo de 2012

Beethoven


Parece que no tiene fácil remedio. Nos referimos al ruido.                       

Ya comentamos en anteriores ocasiones que hay colegios con una acústica que perjudica el normal desarrollo de la actividad escolar o que están ubicados en zonas que soportan más decibelios de lo deseable.

Lo que sí debería tener remedio es el ruido generado por los ocupantes del colegio:

Incluso el sonido de la sirena, o campana, podría atenuarse y no llegar a ser molesto. Sin dejar de ejercer su función.

Alumnos que entran en tropel a voz en grito cuando llegan de sus casas, regresan del recreo, esperan algún cambio de maestro, van por el pasillo por algún motivo, regresan a sus casas…o, simplemente, dominan el ámbito del aula e ignoran los gritos impotentes e inútiles de su tutor.

Lo anterior no es lo generalizado, afortunadamente, en los colegios públicos. Hace tiempo que venimos indicando pautas para evitar esas situaciones.

Sin llegar a casos extremos sí hay maestros que utilizan una ineficaz intensidad de voz que en absoluto favorece un ambiente de aprendizaje. Y que propicia, por contagio, el que sus alumnos vayan imitando lo que escuchan a diario.

Si los alumnos provienen de una familia acostumbrada al grito y al ruido (al expresarse, al poner en funcionamiento aparatos de sonido, etc.) habría, con discreción y delicadeza, hacer ver lo inadecuado y pernicioso de dicho hábito. Incluso a la propia familia en el tiempo de la tutoría.

Siempre te queda el recurso, sin dirigirte a nadie en concreto, de comentar con todos tus alumnos que estas situaciones pueden ocurrir con los perjuicios que conlleva: pérdida de audición, distintos tipos de trastorno, molestias a los demás, etc. Y que es una pena que los protagonistas no pongan remedio para mejorar su calidad de vida y evitar perjudicar la de otros, sobre todo la de los más pequeños.

No dudes, maestro novel de un curso de primero de primaria de un colegio público, que tú sí podrás conseguir que tus alumnos, al menos el tiempo que estén contigo, sí se comuniquen sin decibelios que los perjudiquen y dañen a otros. Recuerda lo que indicamos en otras colaboraciones. Les encantará seguir esas pautas ya que serán ellos los primeros en disfrutarlas.

¿Y la nefasta manía de poner el volumen a toda pastilla?
Sí: en salidas fuera del centro, en las celebraciones escolares que se desarrollan durante el curso en el salón de actos (o lugar habilitado), patio, etc. Con, o sin, presencia de las familias. No hay forma de evitar que se machaquen hasta extremos insufribles los tímpanos y demás órganos de los oídos de los menores, y mayores, asistentes. ¡Incluso de bebés!

Habría que rebelarse e indignarse. Y obligar, a quienes corresponda, que atiendan al sentido común y a la más elemental precaución para no dañar la salud. Así.

¿Y qué decir de algunos comedores escolares ubicados en recintos nada adecuados, o casi? Menudo follón, a diario. Un griterío que impide cualquier acción pedagógica sobre los hábitos alimenticios. ¿Sentará bien la comida?  Así, no hay forma.

Bien es verdad que en las salas de cine así como en otros lugares terminarán de rematar la faena. ¿Un país de sordos algo tocados? Si al menos surgiera un genio…

Si a nuestros alumnos los vamos haciendo objetivamente críticos con la-s realidad-es que nos rodea-n es posible que la sociedad mejore algo.

Saludos.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Realmente me está gustando este Blog. De momento soy interino, de Educación Física. Todavía no me he visto en la situación de llevar una tutoría de primero de primaria, pero sin duda, todo lo que estoy leyendo me será de gran ayuda. Felicidades a la persona o grupo de personas que lo escriben. Es fascinante la confianza y motivación que transmite este blog.

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  3. ¡Hola, Jesús!

    Muchas gracias por tu valoración del blog. Confiamos en que como tú, otros muchos puedan beneficiarse de nuestra experiencia y mejorar la calidad de la enseñanza. Es realmente sencillo aunque, eso sí, tiene que haber un compromiso personal y profesional.
    Nos alegrará que accedas a la función pública lo antes posible.
    Saludos

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