martes, 11 de diciembre de 2012

Popurrí

Sigue habiendo cursos de infantil con diez alumnos por aula y con poco más de la decena en primaria. En la capital de la provincia. ¿Hay presupuesto?

Simpático detalle colorista: Tejados de colegios adornados de aros de colores que divertidos alumnos, ¿de infantil?, impulsaron. ¿Los reponen los maestros que no vigilaron a sus alumnos?

Maestro veterano que está al frente, por vez primera, de un curso de primero de primaria: “Es que hablan mucho…” Ya empezamos.

Por estos pagos este otoño está siendo bastante húmedo: Pues ya se vuelven a ver alumnos en el patio de recreo con el pelo y la ropa camino de tenerse que estrujar. ¿Por qué?

Una conserje de un centro educativo decía: “Esto, más que un trabajo es una obligación. Hay que estar aquí…” Sin comentarios.

Todos somos iguales ante la ley y la democracia es lo mejor que se ha inventado: ¿Eso aconseja que personal no docente (conserje y trabajador-a de mantenimiento) del colegio ocupe, obligando a algún docente a permanecer de pie por falta de asiento, lugares en la sala de profesores escuchando y participando en las conversaciones de los docentes? ¿Y que acaparen, prioritariamente, el periódico que llega al colegio? Todos somos dignos de respeto y consideración pero…Menos mal que no es frecuente.

Hay colegios que funcionarían peor si no contaran con la colaboración de personal no docente que se exceden a diario en sus obligaciones laborales. ¡Bien!

Consideramos que en los colegios se debería impartir una asignatura sobre la aparición y evolución de distintas creencias y religiones. Lo demás, no evaluable académicamente y fuera de las horas lectivas.

Es obligatorio que los alumnos acudan al colegio; ya lo sabemos. Si al acabar el curso tienes la sensación, y el recuento de las ausencias así te lo confirma, de que todos tus alumnos y sus familias han hecho lo imposible por no perder ni un día de clase es que no vas desencaminado en tu actuación docente y personal. Sigue ese sendero.

Traslada a tus alumnos, seis años, tus vivencias, experiencias, conocimiento de sucesos y comportamientos…y, seguro, que ellos también querrán exponer los suyos ante sus compañeros. Se acompañarán de comentarios críticos para que en un futuro tus alumnos se garanticen un comportamiento ético y estén protegidos ante influencias algo desviadas de terceros. Sigue leyendo.

Sobre lo anterior: Inconscientes que encienden fuego en el campo sin las debidas precauciones, o arrojan cigarros encendidos, y provocan incendios de terribles consecuencias. Niños, incluso acompañados por uno de sus padres, que no respetan en la playa, cuando pelotean con las raquetas, la integridad física y el disfrute de los demás bañistas. Ciclistas algo descerebrados que nos acabarán dejando tullidos cuando caminemos por las aceras, doblemos una esquina o crucemos los carriles-bici. Vecinos que nos perturban seriamente nuestro estar en casa con voces, ruidos de aparatos diversos, etc. ¿Seguimos?

Sobre lo anterior: Intenta que se acompañe de una improvisada, sencilla y motivadora dramatización en clase. No olvides, maestro novel de un curso de primero de primaria de un colegio público, lo ya reiterado en colaboraciones anteriores sobre la forma de dirigirte a tus pequeños escolares. Es una de las claves.

A nosotros nos parece mejor que las clases sean mixtas, niños y niñas. Eso sí, la educación, formación y valores que impartan competentes maestros deben ir encaminados, entre otros objetivos comunes a todos, a conseguir el conocimiento del otro, su valoración, aceptación y respeto. Así, sí.

Las salidas del colegio para acudir a la granja-escuela, teatro, concierto, biblioteca, museo, playa, montaña, periódico, etc. son muy necesarias. Algunos maestros, muy pocos, parece que se lo toman como casi un día de vacaciones. Y el espectáculo lo dan sus alumnos: Niños poco controlados por la calle o en el autobús con el peligro que conlleva; comportamiento bochornoso en recintos donde se exige respeto, silencio y atención…hasta alumnos que, al volver al colegio dormidos en el autobús,
acabaron en las cocheras. Que no tiemblen las madres porque son casos contados que se resolvieron con prontitud. Si algunos maestros vigilaran mejor…

En estas edades hay que mandar pocos deberes a casa. Los que se manden hay que exigirlos bien hechos. Ya hablamos de ellos.

Después de pasar por tus manos tus alumnos deberían conocer, con antelación y adaptándose a sus edades, las características de sus etapas evolutivas, sentirse bien consigo mismos y aceptarse. Y lo mismo con los demás.

No se te olviden: juegos, mimo, ritmo, música, canciones, disfraces, representaciones, lectura del periódico, sorpresas, chistes, adivinanzas, poesías, etc.

Amable disciplina, motivación y esfuerzo…para seguir aprendiendo y potenciando la motivación. Favorece el trabajo en equipo y la solidaridad.

No se nos olvida: Fluida comunicación con las familias en presencia del alumno.

Actualización casi permanente de los maestros en didáctica, metodología, etc. y algún sistema de evaluación de la idoneidad del profesorado. Atento: Retraimiento social, silencios significativos en clase y en familia, absentismo, cambios conductuales, bajo rendimiento escolar, etc. pueden ser señales de sufrir acoso.

…in corpore sano: Si cada día te llevas al colegio, como bocadillo, una manzana lavada, nueces peladas, almendras con piel, agua…y te lo tomas durante el recreo, en el patio, a la vista de tus alumnos (puedes regalar algo de vez en cuando) les estarás inculcando buenos hábitos alimenticios. En clase les indicarás la conveniencia de masticar despacio, comer cinco veces al día, no aficionarse a las chuches y bollería (mejor, pan con aceite…de oliva virgen extra), comer de todo (verduras, fruta,…) y no desperdiciar la comida. Si lo dramatizas de vez en cuando, e incluso te pones de
ejemplo sin ser presumido, os divertiréis en clase y tus alumnos asumirán el comportamiento para el futuro. Si es que esta edad, seis-siete años, tiene algo…

Es muy posible que tus pequeños pupilos, sin dejar de ser niños de seis o siete años, vayan demostrando en la medida de lo posible ser prudentes, honestos, trabajadores y emprendedores, equilibrados, simpáticos y divertidos, seguros de sí mismos, comprensivos, no proclives a hacer trampas, críticos y responsables, respetuosos, dialogantes, algo ecologistas, deportistas, solidarios, ávidos lectores…

Estás en tu derecho de poner en duda lo anterior. Si sigues las pautas que he venido indicando desde que inicié estas colaboraciones, más las que tú aportes con tus iniciativas y experiencias, los resultados te podrían sorprender gratamente. Por intentarlo…

Hasta la próxima, y última, si ha lugar.

Saludos.

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